El reconocido coreógrafo nos cuenta todo sobre su nueva obra Folio en blanco
Por Abigail Arteaga
25 años de trayectoria respaldan a la compañía de danza de Óscar Ruvalcaba, pero sobre todo la sostiene la dirección de un artista cuyo trabajo alojado en el intimismo se ha inclinado a visibilizar al cuerpo como el fin de expresión y no sólo como el medio.
25 años de trayectoria respaldan a la compañía de danza de Óscar Ruvalcaba, pero sobre todo la sostiene la dirección de un artista cuyo trabajo alojado en el intimismo se ha inclinado a visibilizar al cuerpo como el fin de expresión y no sólo como el medio.
El
reconocido bailarín y corógrafo Óscar Ruvalcaba cumple 30 años de carrera, para
celebrarlo montó Folio en blanco, una
obra que como él menciona “nace de la necesidad de sentir, de ver el oficio de
la coreografía desde otra perspectiva”.
Esta obra también nace de un momento importante para el creador: “me estoy preguntando otras cosas, y eso significa un libro nuevo,
como un hoja en blanco, como una mesa vacía”. Folio en blanco aborda las relaciones
interpersonales desde la diversidad, misma que apunta las diferencias entre los
seres humanos a la par que evoca una unidad sustancial.
Para el
coreógrafo una pieza debe responder a sus inquietudes y afirma que: “lo
más importante de una obra es llegar a un punto en donde yo me sienta seducido,
es lo que más me importa, si a mí me gusta”, sin embargo; acepta que la técnica
es fundamental: “cuando estás en el nivel artístico todo importa, porque la
técnica es lo que va a canalizar tu intención, tu espontaneidad y tu
creatividad. La técnica solo es el cómo”.
A pesar de que el creador comenzó sus estudios en Jalisco como bailarín de danza clásica, decidió enfocarse en la danza contemporánea: “siento que hay todo un universo que no puede expresarse a través del lenguaje del clásico”.
Su última pieza se presentara en La Caja de la Ex Esmeralda, en un espacio reducido y con pocos elementos escenográficos, a lo que Ruvalcaba comenta: “esta no es una obra que tenga planteado despertar admiración por la proeza técnica, sino es una obra para conectar al otro con la fragilidad de lo que está en escena y también con la humanidad, y esto es fundamental para la obra; la intimidad”.
A pesar de que el creador comenzó sus estudios en Jalisco como bailarín de danza clásica, decidió enfocarse en la danza contemporánea: “siento que hay todo un universo que no puede expresarse a través del lenguaje del clásico”.
Su última pieza se presentara en La Caja de la Ex Esmeralda, en un espacio reducido y con pocos elementos escenográficos, a lo que Ruvalcaba comenta: “esta no es una obra que tenga planteado despertar admiración por la proeza técnica, sino es una obra para conectar al otro con la fragilidad de lo que está en escena y también con la humanidad, y esto es fundamental para la obra; la intimidad”.
A diferencia de la mayoría de los creadores, él considera que sí hay suficientes apoyos para el arte en México, pero “lo que no hay es un mercado que no depende de los apoyos, si no de que la gente consuma y pague por el arte, y así el artista pueda vivir de eso”.
+La Caja Ex Esmeralda (San Fernando 14, Centro). Metro Hidalgo.
+ 14-23 de abril jue-sáb 6pm.
+ $100
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