Proyecto de fotografía de danza urbana para celebrar el Día Internacional de la Danza
Este Día Internacional de la Danza te
presentamos el trabajo de un fotógrafo que nos recuerda que el movimiento no es
algo exclusivo de los escenarios, pues como toda expresión humana, las calles,
la cotidianidad y las vivencias de cada intérprete son el motivo y detonante de
un movimiento expresivo.
El cineasta Pablo A. Tonatiuh Álvarez Reyes retoma esta idea y descontextualíza al bailarín de su lugar común para resignificarlo en escenarios de la vida cotidiana como una estación del metro.
El cineasta Pablo A. Tonatiuh Álvarez Reyes retoma esta idea y descontextualíza al bailarín de su lugar común para resignificarlo en escenarios de la vida cotidiana como una estación del metro.
¿Cómo surgió la idea de este proyecto?Surgió con la ayuda de la bailarina de clásico Itza Chavira. Quería hacer algo que reflejara al mundo nuestra mexicanidad, por eso propuse un lugar típico como Xochimilco, Itza y sus compañeras querían algo más urbano, donde se viera el ir y venir de la gente en su cotidianidad, primero pensamos en Tepito, pero al final hubo una redada en el barrio, y nuestro contacto ahí desistió. Así que terminamos haciéndolas en el centro, el metro, y también Xochimilco.
De los escenarios a las calles ¿Por qué retratar a los intérpretes fuera de su entorno?
El entorno modifica el movimiento, no es lo
mismo intentar bailar en un escenario que en los límites que impone por ejemplo una trajinera, o un vagón
lleno de gente en el metro. Llevar a los bailarines a las calles significa
rediseñar sus movimientos y poner a prueba sus capacidades. Por otro lado, se
trata también de resignificar cómo observamos el movimiento cotidiano, los
bailarines los llevan al extremo, y le muestran a la sociedad otra manera de
relacionarse con su espacio.
¿Cómo elegiste a los bailarines?
Platicando con Itza, me contó que podría integrar a sus compañeras de la
licenciatura de coreografía de la Escuela Nacional de Danza Clásica y
Contemporánea, que se encuentra dentro del CENART, después se integraron
también amigos suyos coreógrafos que hacen danza urbana. Es interesante porque
todos tienen una formación diferente, como danza árabe, clásica, contemporánea
o urbana, así que su manera de hacer una misma coreografía, o relacionarse con
el espacio es siempre distinta entre cada uno de ellos.
¿Estas fotos forman parte de otro proyecto?
Como fotógrafo estás fotos, son para mí una continuación de mi proyecto personal de retratar bailarines en entornos cotidianos, fuera del escenario, y cabe destacar que ese día hicimos dos videodanzas que pensamos estrenar el Día Internacional de la Danza. Un plano secuencia que hicimos en las trajineras, y uno con mayor edición en varios espacios del centro. Ambos con música del compositor Alejandro Preisser.
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